jueves, 13 de junio de 2013

LA FUERZA DE UN REFLEJO

Juan, pareja de Ana, había muerto.
Ella recordó cómo se vieron por primera vez. Fue en unos grandes almacenes donde él trabajaba. Ana estaba probándose un pañuelo ante el espejo y Juan se acercó por detrás, diciéndole: -¿Le puedo ayudar en algo?
A modo de consuelo, y como un intento de fijar para siempre este primer recuerdo, mandó ampliar y enmarcar una foto de Juan y la colocó en su habitación, frente al espejo.
Todos los días, al levantarse y al acostarse, ella se alzaba de puntillas ante el espejo y, haciendo coincidir sus labios con los del reflejo de Juan, lo besaba cerrando los ojos. Era un ritual íntimo que ella mantenía en secreto. Le daba fuerzas para seguir adelante.


Ana, por motivos laborales, tuvo que cambiarse de casa. Encargó el traslado de todos los muebles a una empresa de mudanzas.
La mañana del cambio recibió una llamada al trabajo de uno de los empleados. No podían separar el espejo de la pared. Ella le dijo que lo dejasen y siguieran con otras cosas.
En cuanto Ana llegó a casa retiró la foto de Juan de la pared, y dirigiéndose después al espejo lo descolgó sin ninguna dificultad.


Mi participación en Junio en ENTC http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/06/jun41-la-fuerza-de-un-reflejo-de-juana.html?showComment=1370612307731#c2959136440327682129

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