jueves, 26 de septiembre de 2013

Haiku

El viejo árbol
de abiertas entrañas
apoyo quiere
                                           
Foto: Juana Mª Igarreta

La hora a través del espejo



Mis abuelos tenían un reloj de pared que marcaba la hora al revés.  A través del espejo veíamos la hora correctamente.

Un día el reloj se paró  y el abuelo, en minutos, lo arregló.







Lástima que ahora va con unos minutos de retraso con respecto al reflejo del espejo.


                         


miércoles, 25 de septiembre de 2013

La conferencia de la doctora Luna



La Luna, doctora en Ciencias de la Noche, fue una de las ponentes dentro de las jornadas “Luces Nuevas” programadas para este verano por la Universidad del Firmamento. 

 
Imagen de internet


Su magnífica exposición estuvo dirigida especialmente a estrellas noveles. Les habló sobre la importancia de escoger el lugar idóneo para brillar, ya que errar en unos pocos centímetros podría suponer caer en el campo magnético de uno de los terribles agujeros negros. Estos agujeros tragan con voracidad todo tipo de cuerpos celestes, teniendo especial predilección por las jóvenes estrellas, convirtiéndolas instantáneamente en masas informes y exentas de luz para siempre.

Este mensaje sobrecogió al público asistente, y muchas de las estrellas no pudieron evitar titilar de miedo, por lo que el Sol, decano de la universidad, pidió a la doctora Luna que diera por terminado el simposio.


 

domingo, 22 de septiembre de 2013

sábado, 14 de septiembre de 2013

UN ESCAPE PELIGROSO


El mozo de reparto entró en la tienda y dijo:

-Traigo las cajas de imaginación que solicitó, ¿dónde quiere que las ponga?
Imagen de Internet



-Déjelas en aquella esquina, pero lejos de los sueños. La última vez  hubo un escape de imaginación y alteró todas las propiedades de éstos, convirtiéndolos en auténticas pesadillas.



 Mi participación en  http://www.cincuentapalabras.com/
 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Un ángel aburrido



Un ángel, aburrido de la anodina paz celestial, escuchó la conversación de dos sabios recién llegados al paraíso. Hablaban sobre las ventajas de una buena lectura. Así que decidió descender por las noches a la tierra para ir leyendo algunas obras literarias.

Cada noche se colaba en una gran biblioteca y escogía un libro que leía hasta que el día empezaba a clarear.

En cada libro leído, y a modo de marcapáginas, colocaba una pluma que arrancaba de sus frondosas y sedosas alas blancas.

 
Foto: Juana Mª Igarreta (Escaparate de una tienda - Torun - Polonia)

Hasta que una fatídica madrugada no pudo regresar al cielo. Sus alas eran  frágiles, casi transparentes  y no aguantaban su peso. Tras múltiples intentos fallidos para remontar el vuelo cayó al suelo extenuado, quedándose profundamente dormido.

Ulises, el bibliotecario, llamado así porque su llegada al mundo fue toda una odisea, se encontró aquella mañana al serafín durmiente. Restregándose fuertemente los ojos, se le acercó con sigilo para no despertarlo. Acto seguido, recuperó el libro que todavía permanecía junto a sus esbeltas y delicadas manos: La Odisea, de Homero.

En sueños, ajeno a la realidad y bajo la mirada perpleja de Ulises,  el ángel volaba una vez más, como cada noche, de regreso a su Ítaca celeste.



Mi participación en ENTC - septiembre 2013 - Tema: "Volver"
http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/09/sep62-un-angel-de-juana-m-igarreta.html






domingo, 1 de septiembre de 2013

CAUTIVA EN LA COCA COLA



No sé el tiempo que llevo encerrada  entre las pegajosas paredes de esta botella de Coca Cola. 
 

Ahí afuera están ellos. Él se llama César.  A ella no la conozco. Llevan largo rato sentados, en silencio, mirándome fijamente sin apenas cambiar de postura. Cualquiera diría que soy lo más interesante que han visto desde hace mucho tiempo. Pero no saben el riesgo que corren teniéndome  tan cerca.


Imagen de internet



La única esperanza de alcanzar mi objetivo está en el cielo. Ese cielo que por momentos se va cuajando de plomizas nubes, augurando tormenta. Igual que aquella tarde y en esta misma terraza, César y yo, entre risas y miradas llenas de complicidad, jugábamos con una pequeña abeja cautiva  en una botella de Coca Cola. Justo habían comenzado a caer las primeras gotas de lluvia y a sonar los primeros truenos, cuando un rayo impactó sobre mí fulminándome, al mismo tiempo que hacía estallar la botella de Coca Cola. Lo que nadie sabe es que mi espíritu tomó cuerpo en aquella pequeña abeja y en ella vivo desde entonces. Y aquí estoy, esperando que un nuevo rayo alcance a César e impacte en la botella de Coca Cola uniendo nuestros espíritus para siempre.

Mi participación en agosto para http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/08/ago166-cautiva-en-la-coca-cola-de-juana.html