jueves, 24 de diciembre de 2015

Una inmensa oquedad

Una noche más, tras cantar una nana con voz susurrante, entornará suavemente la puerta de la habitación del hijo para no interrumpir su sueño. El sueño de una madre efímera que desea, estérilmente, llenar esa inmensa oquedad que un aciago día se adueñó de la cuna y de su vida.




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domingo, 13 de diciembre de 2015

Un helado amargo



Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado cualquier día de estos, le viene diciendo su madre cada vez que la visita en la residencia. Con el helado no hay problema, aunque el último que tomó le supo amargo, ya que se lo estampó su madre en la cara cuando le confesó su secreto. Pero, lo del vestido… Y mira que cada vez que habla con ella, con voz cada vez más varonil, le advierte: “Mamá, ya no soy Carla, ahora soy Charly”.
 
Imagen de Intenet