viernes, 4 de enero de 2019

De día y en descapotable

En la familia Darling la pátina del tiempo va decolorando los recuerdos. Atrás quedaron aquellos días de sobresalto ante las reiteradas ausencias de Wendy y sus hermanos que, engullidos por el inexorable pozo de la noche, tantas veces cruzaron esa frontera apenas perceptible entre lo onírico y lo real.
Al día le quedan pocas horas. Un llamativo descapotable azul está aparcado frente a la antigua casona. Diríase que se trata de un gran juguete de cuerda; como esos que lucen en los museos y cuya contemplación nos envuelve de una agridulce nostalgia. Un grupo de curiosos se arremolina junto al vehículo preguntándose sobre la identidad de su propietario, pero nadie ha tenido la oportunidad de verlo.
En la mansión, Wendy, tras recoger su cabello cano en un moño improvisado, abre la puerta a un hombre maduro de rostro aniñado:

—¿Qué desea?

—Volver a verte.
Tras estas palabras, un tintineo desacompasado y disonante llena la estancia.

Fotografía de Robert Doisneau


Un acabado perfecto




Laura recuerda el día que Olga le confesó, con su carita de niña buena, que estaba dispuesta a casarse con Mario. Como si nada. Como si de pronto se hubiera olvidado de todo.

No entiende porqué para un día tan especial, en lugar de acudir a un salón de prestigio, Olga ha elegido su humilde peluquería de barrio. Eso sí, es algo que debe permanecer en secreto entre ambas. No lo sabe ni Mario. Como en los viejos tiempos. Pero algunos secretos pueden tener insospechadas consecuencias.
La ha citado muy pronto. Conseguir un acabado perfecto, conlleva un trabajo muy minucioso.

Apenas quedan diez minutos para las doce. Laura, luciendo un sugestivo traje rojo, llega al atrio de la iglesia. Con paso decidido se cuela en el enjambre de invitados, sumándose al protocolo de saludos y cumplidos.

Cuando la exultante cara de Mario se tense presa de impaciencia y desconcierto, Laura se acercará a él y, con un estudiado ritual de gestos cálidos y palabras calmantes, tratará de apaciguarlo. Como si nada. Como si de pronto se hubiera olvidado de todo.

Foto de Internet