miércoles, 12 de abril de 2023

Cuerpo a cuerpo

Sin miedo a ser sorprendidos en flagrante redundancia, hacían el amor al amor de la lumbre. Su reverdecida pasión formaba un tándem perfecto con la reseca leña de encina. Las llamas devoraban la madera, cual hambrienta carcoma ígnea. Mientras las líneas de fuego dibujaban filigranas en ardiente clímax, un inoportuno desequilibrio en la fogata provocó el descabalgamiento de un tronco que, reducido a pura brasa, impactó en la base metálica del fogón. El ruido, casi estruendo en el silencio de la noche, tuvo la virtud de enmascarar la exagerada expresividad de los amantes. El abuelo, que dormía a pierna suelta despertó sobresaltado, a punto de conquistar el Gurugú. Irrumpiendo en la cocina, con calzoncillos largos y un gorro frigio, les arengó con ínfulas de mariscal de campo, calificando de arriesgadas sus fogosas maniobras. Obligados a un alto el fuego, optaron por una prudente retirada. Antes de que el abuelo se explayara contando su larga trayectoria bélica, hallaron en el desván una trinchera segura donde continuar su particular guerra de guerrillas. Un viejo catre y dos pesadas mantas palentinas fueron suficiente bagaje. Una vez ganada la posición dieron rienda suelta a su estrategia.


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Escrito por Javier Igarreta para ENTC . Propuesta: Amantes/Dementes



Frenesí

¿Quién puede esperar que en el mínimo espacio del botón de un ascensor germine la semilla de una pasión desaforada?

La casualidad hizo que dos índices chocaran al pulsar aquella pequeña esfera luminosa. Pegados a esos dedos estaban Arturo y Germán. Tras sendas disculpas intercambiaron miradas. Arturo, al observar a Germán, deseó quedarse a vivir en él; sus musculosos brazos se le antojaron firmes muros en los que guarecerse. Germán no pudo evitar ruborizarse ante aquellos escrutadores ojos negros.

Presos de esa pulsión propiciaron sus encuentros un día tras otro, descubriendo los recovecos más insospechados de aquel inmenso edificio de oficinas. Encapsulados en una suerte de escafandra de amor irracional se olvidaban de quiénes eran y dónde estaban; su estado civil, posición social y demás etiquetas convencionales se disolvían como pastillas efervescentes en medio de aquel frenesí.

Recobrada la calma, regresaban a sus puestos de trabajo que compartían en la misma empresa multinacional. Arturo era un alto directivo que gozaba de un enriquecedor presente; Germán, un becario que, bajo las órdenes de muchos Arturos, trataba de esquivar un empobrecedor futuro.


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Escrito por Juana Igarreta para ENTC - Propuesta: Amantes/Dementes



domingo, 2 de abril de 2023

Reencuentro fallido

Si Marian no estuviera empleada en la lavandería que se ocupa de la ropa del restaurante en el que trabaja Samuel, tampoco estaría ahora en el comedor del citado establecimiento, mientras una frase martillea su mente: “Sé que mi hermana se llama Marian y también fue dada en adopción”.

Si Samuel supiera que la persona que ocupa la última mesa es Marian, no tendría tanta prisa en firmar el finiquito.

Si Marian conociera que el camarero que en estos momentos abandona el restaurante llevó puesto el chaleco en cuyo bolsillo halló la nota, saldría corriendo para detenerlo y abrazarlo.

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Escrito por Juana Igarreta para ENTC - Concurso La Montañesuca

Ciego por las citas

 

  1. El inspector Davis acudió puntual y ansioso a la cita a ciegas. Al parecer, tener una doble vida le daba margen para jugársela. Al entregarle la carta, la camarera esbozó una sonrisa ambigua, que aliñó con una jugosa observación al oído. Aquello rebajó su sexto sentido al nivel de instinto primario. En todo caso, suficiente para calificar con notable alto el vinazo que acompañaba los entrantes. Para cuando llegó el asado la botella estaba exangüe y los ojos le hacían chiribitas. Convencido de que lo mejor estaba por llegar, aceptó tomar el postre en un reservado.