martes, 25 de julio de 2023

Divino marginal

Convencido de que conocerse a sí mismo podía resultar tan duro como la piedra del frontispicio del templo de Delfos, se sentó al borde del camino para ver pasar a la gente. Tal vez podría encontrar en los demás las claves de su propio carácter. Pronto se sintió sobrepasado por el discurso cansino de los pregoneros del constante fluir. Aquello era un no parar. Los traficantes de ideas peregrinas, siempre dialogantes y atrapados en su caverna, le sacaban de quicio. Lejos de ladrarles a la cara las verdades del barquero,  los ahuyentaba con gestos obscenos. Pero los que realmente agotaban su paciencia eran aquellos patéticos correveidiles que andaban por el ágora, enzarzados en peroratas interminables. Total para acabar en sistemáticas reducciones al absurdo. O en un círculo vicioso. Él se mofaba de sus verborreicas divagaciones, aunque no podía permitirse el lujo de hacer ascos a sus dádivas. Siempre con el gesto compungido del que acepta lo inevitable.

Al caer la noche daba gracias al Olimpo. Los dioses, con su mítica manga ancha, celebraban que pudiera ponerse a su altura. Y crear escuela.


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Escrito por Javier Igarreta para ENTC - Propuesta: El hombre solitario es una bestia o un dios



viernes, 7 de julio de 2023

Los ocho de Tadeo

 ¿Os habéis preguntado alguna vez cómo se ve Pamplona a cuatro metros de altura? Posiblemente no, pero es normal, vosotros no sois gigantes.  

Corría el año 1860 cuando Tadeo Amorena, en su casa de la calle Tornerías, hoy San Nicolás, tuvo una gran idea. Bueno, más bien una idea gigante; y gracias a él, hoy estamos aquí los ocho. Tadeo nos creó de un tamaño acorde a nuestro cometido que, en Pamplona y por San Fermín, requiere tener una gran altura de miras; mayor, incluso, que la del alcalde de turno. Éste, aun desfilando solemnemente con su séquito en Cuerpo de Ciudad, bien incline su bastón de mando hacia la derecha, bien lo haga hacia la izquierda, nunca logra despertar el clamor popular que levanta nuestra presencia en las calles. Nuestras imágenes cosmopolitas hechizan a niños y mayores, colmando de júbilo los corazones de pamploneses y visitantes, en total sintonía con el espíritu acogedor de estas fiestas.

Ha pasado más de siglo y medio desde aquellos sanfermines que nos vieron nacer. Si Tadeo levantara la cabeza, sus ojos de maestro pintor se desharían en lágrimas, viendo cómo sus ocho criaturas contribuyen a que la fama de las fiestas de su querida Pamplona sea… ¡GIGAAANTE!


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 Mi participación en el certamen de microrrelatos San Fermín 2023