viernes, 29 de junio de 2018

Vidas paralelas



Sólo supieron de su doble vida cuando la perdió. Un amigo en común las presentó en el depósito. Lo siento, dijo encarna, con cara de circunstancias. La viuda miró al finado como si quisiera rematarlo. Después, el tiempo caprichoso hizo de las suyas. Y ellas tan sólo se dejaron querer.

Algunos finales nos regalan principios



Rodeada de una larga familia que llora, esconde sus resecos ojos bajo sus ajadas manos. Hasta ayer era una constante y solitaria  fuente de lágrimas. Educada en maquillar la tristeza, ha vivido años parapetada tras las falsas paredes de la apariencia. Hoy, respira agradecida celebrando su recién estrenada libertad.

Imagen de Internet

Escrito por Juana Igarreta para