martes, 31 de octubre de 2017

Reencuentros en la galería

Hoy, Elisa cumple ochenta años. Como cada día, sus nudosos dedos abren la cajita nacarada en la que guarda con celo unas desvaídas fotografías en blanco y negro. Observándolas, se pregunta una vez más cómo pudo perder su instantánea preferida. En ella, Elisa de niña, todavía conservaba su espléndida melena. Luego, en el gueto,  era un lujo tener el pelo largo, pues escaseaba el jabón y el agua caliente. Los recuerdos de su Budapest natal pueblan su mente y convulsionan su corazón.  Nunca ha vuelto a la ciudad del Danubio, que abandonó bajo las alas del "Ángel de Budapest".


Jacob estudia Bellas Artes. Ha heredado el espíritu creativo de su abuela Elisa. Hoy, junto a su primera acuarela enmarcada, entregará a su abuela un sobre conteniendo dos billetes de avión. Volarán juntos a la tierra de los magiares. Elisa intentará azulear los días grises de su infancia.

En una antigua galería de arte del Barrio Judío, ella se reconoce en un sombrío óleo. Se emociona al encontrarse con aquella niña de largos cabellos cobrizos y mirada despierta.

Un anciano, tocado con la kipá, avanza hacia ellos al tiempo que sus trémulos dedos hurgan en su cartera.



Budapest desde el Danubio - Castillo de Buda al fondo
Foto: Juana Mª Igarreta



viernes, 6 de octubre de 2017

Alter ego



Subyugado por su desinhibida desnudez y aquella pose manierista, lo rescató del contenedor. Apreciaba, sobre todo, su silencio cómplice, pero últimamente sentía tras de sí sus ojos vigilantes. Y no descansó hasta escuchar el estertor del plástico, mientras las fauces del camión de la basura engullían la sonrisa del maniquí.

Imagen de Internet
Escrito por Javier Igarreta para