El abuelo guarda secretos tras las arrugas pero, como no quiere llevárselos con él, cada domingo nos desvela uno antes
de anochecer.
Ayer el sol tardó mucho en ocultarse. Tanto como al abuelo le costó pronunciar el nombre de la mujer que más quiso. La abuela se hizo la sorprendida.
Ayer el sol tardó mucho en ocultarse. Tanto como al abuelo le costó pronunciar el nombre de la mujer que más quiso. La abuela se hizo la sorprendida.
Gracias, Julio David. Como verás en tu blog, ya he respondido a tu propuesta. Suerte con el nuevo proyecto. Saludos.
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