martes, 5 de abril de 2022

Al calor del hielo

La temperatura había descendido por debajo del límite. No tendría que ir a la escuela. Alexei se dirigió, cruzando el río helado, hacia la finca de su padre. De pronto volvió a nevar y todo se convirtió en una abrumadora redundancia del blanco. Ante la imposibilidad de avanzar, Alexei se refugió en un sórdido barracón, bajo el continuo ladrido de los perros. Incapaz de entrar en calor, poco a poco se sintió invadido por un sopor paralizante. El cuerpo se le fue congelando, mientras su mente proyectaba vívidamente las imágenes de un reciente documental sobre el Caribe. Días después, encontraron dentro de una carcasa de hielo, el inequívoco volumen de su ausencia.

Desde entonces, Alexei, un viejecito taciturno y sin pasado, repite en el malecón de La Habana el mismo ritual. Cada atardecer, con sus ojos llorosos fijos en el hielo, apura un Black Russian.

Imagen de Internet



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