martes, 23 de enero de 2018

Colores

Nadie reparó en el cielo cuajado de idénticas nubes rojas romboidales. Tampoco vieron que el indigente, que solía dormir entre cartones en los soportales de la plaza, yacía rodeado de un charco de sangre azul.

Aquella tarde se enfrentaban en la ciudad los dos grandes equipos de fútbol del país.



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