Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos de la mesa del centro. A
pesar de la reserva, tampoco acudirían.
Comió en la cocina del pequeño restaurante con la mirada perdida entre
los límites de un solo azulejo, masticando y bebiendo mecánicamente cual muñeco
de cuerda.
Después, dando un vistazo rápido al local, sintió que los recuerdos,
teñidos de nostalgia, pesaban en su interior como esculpidos en plomo.
Antes de cerrar, retiró el letrero de “Abierto” que colgaba de la puerta,
colocando en su lugar una nota diciendo: “Cerrado por defunción”.
Buenas Juana, llego desde ENTC siguiendote el rastro, y con tu permiso me quedo por aqui para leerte mas de cerca.
ResponderEliminarEn cuanto al relato, trasmite tristeza, la que genera el dolor por un ser querido que en cierto modo nos hace automatas durante el tiempo que dura nuestro duelo. Esta muy bien narrado y la frase final bien escogida.
Mucha suerte.
Saludos cacereños.
Bienvenido, Alfonso, puedes darte todas las vueltas que quieras. Gracias por tu comentario y nos iremos leyendo en ENTC. Saludos navarricos.
EliminarSuerte Juana, y mi más sincero pésame a tu personaje al que has cogido en un momento realmente duro.
ResponderEliminarAbrazos
Sí, realmente, más negro no lo podía ver el pobre. Gracias por la visita, Manuel. Un abrazo
EliminarAl final, los imprevistos gobiernan nuestras vidas y nos ponen el letrero de un lado o de otro. Muy interesante.
ResponderEliminarUn saludo
JM
No podemos controlar todo, o casi nada, así que estamos expuestos a todo tipo de eventualidades que nos pueden cambiar la vida. Gracias por pasar y comentar, Juan Manuel. Saludos
EliminarQué buena ocurrencia, Juana. Espero que tengas mucha suerte. Esta semana (bueno casi dos) también me ha gustado la frase y he participado. Beso!
ResponderEliminarComo contesto fuera de plazo, no te puedo desear suerte para esta semana, sí, para la próxima, en caso de que te animes; deberías hacerlo, esto de los micros se te da muy bien, Beatriz. Gracias por comentar y un beso
EliminarBuena resolución de la frase de esta semana. ¡Ojalá te hayan llamado ya para estar mañana en las ondas!. Suerte.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos, Rafa. Ya he leído el de los siameses en tu blog. Un tema duro que has sabido tratar con humor. A ver cómo se nos da con la frase de la semana próxima... Saludos.
EliminarAunque muy triste, me ha gustado la forma de narrar esta historia y el final, que cierras como y con una puerta infranqueable. Saludos.
ResponderEliminarSí, después de esa puerta no sé si quedará alguna otra, me temo que no. Gracias por tu visita y palabras. Saludos
ResponderEliminarbuena historia con un final triste pero muchas veces sucede, feliz finde!!!
ResponderEliminarSí, por desgracia, estas cosas no pertenecen solo a la ficción. Gracias por tu visita y comentario. Buen finde también para ti. Saludos
EliminarEl duelo es una fase necesaria. Si algo necesita tiempo para ser digerido es una ausencia. Cuánto nos cuesta entender que un día nos vamos.
ResponderEliminarCreo que no he conseguido transmitir lo que quería, Ángel. Mi idea era hacer ver que el dueño del restaurante está desesperado ante la situación catastrófica del negocio, ya que incluso los dos únicos que habían reservado no acuden. Entonces, opta por la peor solución. Gracias por tu visita y comentario, Ángel.
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