domingo, 21 de mayo de 2023

Apagón

Si no has conocido a tu abuelo, pero has crecido escuchando su nombre siempre rodeado de un rosario de alabanzas que tu padre repite una y otra vez cual fervorosa oración, tu abuelo se convierte en la estrella que ilumina tus pasos. Y al no haberlo visto nunca, ni siquiera en fotografía, porque defendiendo sus ideales tuvo que abandonar precipitadamente su casa y su tierra, sientes cómo la historia de ese héroe familiar va tomando visos de leyenda.

En una ocasión alguien susurra a tu alrededor que el abuelo, para evitar riesgos, se vio obligado incluso a parapetarse tras otro nombre. Es entonces cuando su estrella comienza a titilar dentro de ti agitada por el misterio y la incertidumbre. Quieres saber más, pero tus interrogantes chocan contra un muro de silencio.

Hasta que un día tu padre cree ver al suyo en tu rostro y, en ese mar de confusión, te pregunta: “Papá, ¿qué nos han hecho los de la estrella amarilla?”.





Escrito por Juana Mº Igarreta para ENTC - Propuesta: "Este es el camino de las estrellas".

4 comentarios:

  1. Madre mía que bonito y como me identifico con tu relato. He vivido una historia parecida toda mi vida!!
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  2. Anda, qué sorpresa, pues tiene que ser muy impactante. Mil gracias, Nani, por tu visita y palabras.

    ResponderEliminar
  3. Con inocencia infantil, aquel niño siente un amor “heredado” en favor de aquel maravilloso abuelo que jamás conoció.
    Con el pasar del tiempo, va siendo capaz de percibir un secretismo detrás de las historias de su “amado ancestro”, pero por más que preguntaba, nunca obtuvo respuesta.
    Ya con el rigor de los años, su padre en medio de un desvarío le develaría (tácita e involuntariamente) la realidad que se le escondió desde siempre.
    Esa noche murió una estrella y emergió una vergonzante esvástica con toda la atrocidad que su sola imagen nos recuerda.
    Autora, me encantó tu trabajo. Eres un vendaval de emociones.

    ResponderEliminar
  4. Tal como lo cuentas, así pasó. Me alegra saber que te ha gustado tanto. Mil gracias, Juan Carlos, por pasarte y dejarme tan generoso comentario. Saludos

    ResponderEliminar