Recluida en el pozo seco, pronto se callará y podré dormir
tranquilo. Los primeros días he de reconocer que su canto agradecido me tenía
hechizado; pero después, cuando le hablé de mi pasado en el mar, su voz se
volvió lastimera. Igual que el día que la rescaté de aquel agujero inmundo en
el que algún desalmado la había abandonado.
Que curioso Juana, en este relato el salvador acaba siendo carcelero (si no he leido mal)
ResponderEliminarMuy buena vuelta de tuerca en la historia.
Suerte para la póxima. Un saludo.
Has leído perfectamente, Alfonso. El salvador se vuelve carcelero ya que la salvada no responde a sus expectativas. Y encima llama desalmado a quien hizo con ella lo mismo que acaba de hacer él. Ironías de la vida. Gracias por pasarte y comentar. Saludos.
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