Esperó hasta dormirse y soñó con otra
Navidad. Como la del año pasado, que nadie faltó a la cena de Nochebuena. Que
papá no tuvo que salir de viaje como ha hecho este año, y del que todavía no ha vuelto.
Cuando vuelva le dirá que en uno de los árboles del parque habían colgado un olentzero; y que, además, llevaba una camisa de cuadros igual que la suya.
Foto: Juana Mª Igarreta |
Cuando vuelva le dirá que en uno de los árboles del parque habían colgado un olentzero; y que, además, llevaba una camisa de cuadros igual que la suya.
Ufff, que abierto has dejado el final Juana. ¿Volvera el padre?
ResponderEliminar¿Será el olentzero?
Buen intento. Un saludo.
Una forma de insinuar, quizás la muerte del padre, insinuando que se reconvierte en un personaje navideño de leyenda. Muy abierto.
ResponderEliminarUn saludo.
Emocionante texto!! Un abrazo!
ResponderEliminarhttp://www.participes.blogspot.com.ar/
!Inquietante navidad!
ResponderEliminarUn padre que vuelve por Navidad, como el turrón, pero no como el hijo había pensado.
ResponderEliminarImaginativo y lleno de hermosa añoranza.
Un abrazo, Juana María
Muchísimas gracias a todos por vuestros amables comentarios. Veo que no os había respondido a ninguno. Saludos.
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