martes, 1 de octubre de 2013

Sueños ahogados



A grandes zancadas sobre las olas consiguió atravesar  mares y océanos en un suspiro. A base de enérgicos manotazos fue derribando todas las embarcaciones y elementos flotantes que encontró a su paso. Sus hazañas sobre las aguas atravesaron todas las fronteras y sus dominios no conocieron  límite.

 



Hasta que, de repente, la mano firme de su madre quitó el tapón de la bañera.  Adrián, de cuerpo pequeño y gran fantasía, observó desnudo, mojado y tiritando,  cómo sus sueños de rey de los mares se los tragaba irremediablemente el sumidero.  Tan sólo pudo conservar de Neptuno un poco de furia apretada entre los dientes.

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