martes, 27 de agosto de 2013

Memorias de un pez



Nunca podré olvidar aquella tarde aciaga en la que se rompió la pecera. Mis compañeros murieron a causa del golpe contra el suelo de terrazo del salón. Yo tuve más suerte. El impulso del agua hizo que mi cuerpecito escamoso de Pez Globo Enano fuera a parar al interior del macetero de una planta. Se trataba de un frondoso colio que para suerte mía acababan de regar. Cerrando bien las branquias, los ojos y la boca me sumergí todo lo que pude en aquella tierra oscura y húmeda junto a las profundas raíces del colio. Allí, semiinconsciente, estuve no sé cuánto tiempo esperando el final.

 

Imagen de Internet

 


Los gritos agudos de Laura, la pequeña de la casa, me hicieron salir del letargo: -¡Mamá, mamá, la planta respira!


Me rescataron vivito y coleando. Ahora disfruto de mi segunda vida junto a nuevos compañeros en un acuario precioso. Pero, ¿sabéis qué es lo que más feliz me hace? Quizás ya lo habréis adivinado… ¡Que soy un pez con memoria! ¿Cómo de no ser así podría haberos contado mi historia? 

 Mi participación en  http://maresdepeces.blogspot.com.es/

 

 

 

 

 

 

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