sábado, 12 de noviembre de 2016

Ex libris



Bernardo Soares se durmió sin pérdida de tiempo en busca de Proust. En una librería de viejo, junto al Gran Canal, encontró a Ulises, desencuadernado tras mil travesías, y  a Alonso Quijano, lanza en ristre sobre una sobada cubierta. Cuando despertó, desasosegado por unas fúnebres campanadas, Fernando Pessoa estaba allí.

Imagen de Internet

2 comentarios:

  1. Me encantaron tus ex-libris, JUANA; especialmente las travesías desencuadernadas de Ulises... ¡Qué gran libro La Odisea!

    Un beso grande desde Neuquén, Argentina.

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  2. Mil gracias por pasarte y comentar, Mariángeles. Se lo hago saber a mi hermano Javier, pues él es el autor de este micro publicado en "Cincuenta palabras". Otro besazo desde Pamplona.

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