jueves, 30 de junio de 2016

Fobia vecinal

Como si de una plaga venenosa se tratara, evitaba cruzarse con los vecinos. Salía de casa siempre el primero. Volvía siempre el último. En la comunidad se comentaba que era muy difícil encontrárselo. Unos decían que era joven y alto. Otros que madurito y chaparro. Algunos hasta dudaban de su existencia.


Una madrugada su cuerpo apareció estrellado contra el suelo de gres porcelánico del patio de luces. Fue la única vez que dio señales de vida.


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