domingo, 1 de noviembre de 2015

Calaveras literarias


La calavera literaria es una composición en verso, tradicional de México, surgida en el siglo XIX, para manifestar la inconformidad que imperaba en la sociedad por el mal gobierno y la marcada división de clases sociales y, por muchos años, fue censurada por el gobierno en turno.


En la actualidad, las “calaveras” son versos festivos que comentan, a manera de epitafio rimado, los defectos de personajes vivos que son presentados como ya muertos, sin respeto por jerarquías sociales o políticas. Se suelen escribir a familiares, amigos, compañeros de trabajo, gente famosa, mascotas, sentimientos o cosas, pero conservan también la intención con que fueron creadas: criticar o protestar por una problemática social. Se puede, incluso, escribir sobre uno mismo.

Es importante subrayar que en la cultura mexicana la muerte no es vista como algo sobrehumano ni tiene connotaciones tétricas, por lo que este tipo de composición popular no estimula lo macabro ni lo terrorífico, sino todo lo contrario: busca despertar lo cómico, lo chusco y lo divertido mediante la sátira.

Se suelen escribir en vísperas del Día de Muertos (2 de noviembre) y el tema recurrente es narrar el momento en que la muerte viene a llevarse a un personaje determinado. Para ello, se emplean palabras como huesuda, flaca, pelona, parca, Catrina, fría, dientona, calaca, tilica, calva o cualquier otra que haga alusión a la muerte.

Información recogida en el blog  El Fantasma de la Glorieta en cuyo taller literario tuve la suerte de aprender durante un tiempo.
Seguidamente expongo algunas de mis calaveras, fruto de aquel taller literario:



La huesuda se presentó
en casa de un rico banquero
y él ¡qué pobre se sintió!
a pesar de su dinero.

Paga por lo que has hecho
y podrás vivir tranquilo,
dijo a Urdangarín la calva
con mucho tiento y sigilo.

A la flaca, Woody Allen
le ha ofrecido un papel
para que en mucho tiempo
no quiera acordarse de él.

Agudiza bien el oído,
dijo la calaca a Obama,
si no cumples lo prometido
iré a buscarte a la cama.


La parca está de viaje
camino del Banco Malo
para exigir que devuelvan
el piso a los desahuciados.


No entiendo a estos humanos,
dijo para sí la calaca,
no quieren venir conmigo,
y luego entre ellos se matan.


No sabes cuánto te quiero,
dijo la pelona a la vida.
reconozco que sin ti
nunca sería la misma.

La fría preguntó a la justicia
para una duda resolver:
¿Esa venda te hace más justa,
o, quizás, no te deja ver?


2 comentarios:

  1. ¡Divertida manera de soltar cuatro verdades al viento!
    Gracias.
    Angalu
    www.acueductoazul.blogspot.com

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  2. Muchísimas gracias a ti, angalu, por pasarte por aquí y comentar tan amablemente. Un saludo

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