miércoles, 14 de octubre de 2015

Que no tenga excusa




Y cómo es que nunca cambiaron el bombín es algo que no acabamos de entender nadie. Cuando los encontraron en casa, como dormidos, ni siquiera habían forzado la puerta. Y no será porque no se lo advertimos. Pero se habían vuelto muy mirados: “Para qué gastar en balde; el que quiera entrar lo hará igual, y el que no quiera... que no tenga excusa”, solía decir el abuelo.

Si con el bombín nuevo y una llave para cada uno de nosotros... Qué digo para cada uno, si todos menos yo estaban fuera... Con una llave para mí, para poder vernos en Navidad…

Foto: Juana Mª Igarreta



2 comentarios:

  1. Me parece un texto brutal en todo lo que dice y más en lo que deja de decir. Cuanto protegemos a la infancia y qué poco a los mayores, por favor. Un abrazo, es un micro estupendo e impactante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, la soledad y el abandono que sufren muchos mayores son tremendos. Estamos cada vez más deshumanizados. Mil gracias, Luz, por iluminarme con tus palabras. Otro abrazo de vuelta.

      Eliminar