lunes, 24 de noviembre de 2014

Carne tierna



“En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica”, pensaba mientras echaba un vistazo a las existencias en la cámara de congelación. “A ver qué tal resulta la última”, se preguntaba mientras abría la puerta corredera de la carnicería. Intentaría convencerle, como a las demás, de que con él nunca le iba a faltar carne tierna.Y, en el peor de los casos, a él tampoco. 



6 comentarios:

  1. Qué bueno, Juana. BUENÍSIMO. A ver si retomo la participación en el ReC (las últimas veces, por cosas de la vida, se me pasó la fecha; las otras, andaba desinspirada).

    Tu micro me gustó mucho.

    Cariños,
    Mariángeles

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  2. Hola Mariángeles. Me alegro de que te haya gustado. Anímate y participa;es difícil llegar a finalista, pero lo pasamos bien dándole a la imaginación ¿no?. Gracias por pasarte y comentar. Te debo visita. Un abrazo.

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  3. Ostras, menudo carnicero. Da miedo.

    Vengo de ENTC y veo que dominas temáticas muy diferentes y me encanta.
    Un besazo, reguapa.

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    1. Bueno, bueno, ya me gustaría que fuese verdad lo que dices. De todas formas mil gracias por pasarte y dedicarme tus gratas palabras, Towanda. Otro beso grande para ti.

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  4. Juana, coincidimos en tema. Holocausto canibal (jeje) y un carnicero con una trastienda y cámara frigorífica llena de sorpresas. Un abrazo.

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  5. Pues me paso por tu blog a leerte, Manuel. Otro abrazo

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