jueves, 27 de noviembre de 2014

Señales



El Titanic, auténtica ciudad flotante, surca veloz las aguas del océano Atlántico. En el camarote 115, Elizabeth Dowdell contempla el dulce dormir de Virginia, la niña que tiene a su cargo y que deberá poner bajo la custodia de sus abuelos en Nueva York. Al tiempo que la arropa delicadamente, sonríe al ver los ojos también entornados de la muñeca que la chiquilla abraza junto a su pecho. Recuerda las palabras firmes de la niña a una compañera de juegos: “Siempre le pongo lo que ella me pide”, y observa que la muñeca viste bañador en lugar del camisoncito de noches anteriores, dejando al descubierto su pequeña figura moldeada en celuloide. 







Elizabeth se dispone a meterse en la cama, cuando un golpe seco hace temblar el camarote durante unos segundos interminables. Desasosegada, piensa en salir al pasillo para ver qué ocurre, pero antes comprueba que Virginia sigue dormida. Olvida a la muñeca que, a pesar de mantener la posición horizontal, tiene completamente abiertos sus vidriosos ojos verdes.


Mientras, en el camarote de al lado, Milton Long observa sobresaltado su copa de whisky hecha añicos en el suelo, de la que tan sólo los cubitos de hielo han conseguido salir indemnes.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Carne tierna



“En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica”, pensaba mientras echaba un vistazo a las existencias en la cámara de congelación. “A ver qué tal resulta la última”, se preguntaba mientras abría la puerta corredera de la carnicería. Intentaría convencerle, como a las demás, de que con él nunca le iba a faltar carne tierna.Y, en el peor de los casos, a él tampoco. 



jueves, 20 de noviembre de 2014

Pitagorina


Empezó a pensar en un nuevo teorema para acabar con el triángulo en el que se sentía tan encorsetada. Solo tenía que conseguir librarse de ese par de catetos que siempre le asaltaban por las esquinas.






Abandonando la recta postura que le caracterizaba dejó de guardar la línea, y apenas su figura empezó a insinuar una leve curva, ellos, mostrando su lado más obtuso, desaparecieron.