domingo, 20 de julio de 2014

La sentencia



Los días muy luminosos Matilde abre la ventana de par en par y se asoma a los recuerdos. Deja que su mirada se pierda en la lejanía hasta que sus inquietos ojos logran atisbar, junto a una pequeña loma a cuyos pies discurre la carretera, la silueta del viejo hotel. “Todavía sigue allí”, dice para sí al tiempo que una sensación agridulce embarga todo su ser.


Hoy ha venido su hijo Carlos a verla; su único hijo. Su nacimiento, tras diez años de matrimonio, fue como un milagro; así lo contaba a todo el mundo Juan, su difunto marido.
Esta tarde madre e hijo se acercarán juntos al viejo hotel que, aquejado de abandono y soledad tras la construcción de la autopista, lleva muchos años cerrado.   
Esperarán al ocaso, a esa hora mágica en la que el sol se cuela en las estancias, cual avezado detective, dilucidando enigmas y desvelando secretos; como el que se esconde tras la penetrante mirada del antiguo director del hotel, cuyo retrato todavía preside la recepción.

Conforme se acercan, Matilde recuerda a Juan y piensa  en la sentencia que tantas veces oyó a su madre: “Las mentiras piadosas han hecho a muchas personas felices”.

Mi propuesta para ENTC - Mes Julio, tema "Un hotel de carretera".