lunes, 9 de diciembre de 2013

Escrito a tres manos


(Relato escrito a tres manos. Interesante experiencia que he tenido la suerte de compartir con mis compañeros de ENTC, Héctor Ramón Romero y Antonia García Lago, celebrando el millón de visitas en dicha página literaria).
http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2013/11/m1-laberinto-vegetal-del-equipo-bosque.html
 



 Laberinto vegetal

Procuró borrar las huellas. Lo venían siguiendo desde el día anterior, cuando los perros descubrieron el cadáver de Cristina, escondido entre matorrales del viejo bosque de álamos y tejos, allí donde el pueblo se perdía de vista y el terreno iba ascendiendo hacia el sur. Era un bosque cerrado, lleno de caminos antiguos que semejaban ríos rojos entre romeros y flores de jaras.
Había tenido el tiempo justo de coger una alforja gastada por el tiempo, donde guardó unos pocos alimentos enlatados. Y luego, bordeando un pintoresco lago, se fue internando en una maraña de colores y fragancias silvestres.


Foto: Juana Mª Igarreta


 Sabía que corría con ventajas respecto a esos policías de ciudad, él conocía al dedillo esos terrenos montañosos poblados de árboles y animales...algunos salvajes. De tanto en tanto hacía un alto para escudriñar la oscuridad y apantallaba sus orejas intentando captar cualquier sonido extraño que le alertara de algún peligro. Anduvo durante toda la noche, hasta que, exhausto, tropezó con unas raíces de árbol y cayó de bruces, golpeándose en la cabeza. Antes de perder la consciencia apenas tuvo tiempo de vislumbrar unas palabras que, impresas sobre una cinta plástica, aparecían vagamente iluminadas por un rayo de luna: “Terreno precintado por investigación policial”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario