sábado, 8 de enero de 2011

LA SOPORTABLE LEVEDAD DEL SER

Ser y no ser,


ser un instante


contante y sonante,


con un eco que es ayer


y un atisbo que, insinuante,


aún dista mucho de ser.



Ser un ser,  que apenas es


frágil cesura inquieta,


entre un antes y un después.



Ese instante que se fue,


que aún perdura en la memoria


o, tal vez, dejó de ser


mudo sin pena ni gloria,


ya no es ser, sólo su historia.



Tampoco tiene que ver


con el ser, lo que se espera


que suceda en el después,


porque el ser sólo es ahora,


ni anticipo ni demora,


un momento que atesora


todo y sólo lo que es.



Esos recuerdos del ser,


son como brillos de estrellas


que, a pesar de ser tan bellas,


ya no son, fueron ayer.



Y esa ilusión del después,


hace que el ser aparente


sea en verdad lo que siente,


porque el pasado así fue.



Javier Igarreta Egúzkiza, 11/11/2010

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