domingo, 14 de noviembre de 2010

AVARO DE TIEMPO


Que no me roben el tiempo,

que no me quiten mis horas,

que me dejen en silencio

entre el rumor de mis cosas.



Que no me abrumen diciendo

que vivo a tontas y a locas,

que sólo disfruto yo a solas,

pues nunca a solas me encuentro.



Jamás me pierdo en bicocas

de ilusorios pasatiempos,

ni alimento los bostezos

que se alojan en mi boca.



Esgrimo, atento, el ingenio

como jugando a la comba,

con el canto de una alondra

columpiándose en invierno.



Enhebro puntos de alfombra

con los hilos de azul cielo

y una aguja, rojo fuego,

cuando el sol busca las sombras.



Que no me roben mi tiempo,

que lo tomen de las olas,

que en sus crestas espumosas

hay latidos de lo eterno,

cuando su rabia sonora

se transforma, en un momento,

temporal experimento

desde un siempre, hasta un ahora.



Que no me roben mi tiempo,

ni negocien mi demora,

que hagan pactos y recojan

los restos de tiempos muertos.

Javier Igarreta.