lunes, 30 de agosto de 2010

PLEGARIA DE UN ATEO DE BAJA INTENSIDAD


Gloria a Dios en las alturas,


disputándole al ozono


los espacios de su trono,


compartiendo serias dudas,


sobre si apta es la espesura


esencial, por la que somos


justamente criaturas.





Gloria a Dios en las alturas,


con cantos bajos de tono,


entre chatarras a coro


de galácticas basuras,


que hasta al cielo mismo abruman


tantas órbitas de adorno


kitsch celeste, de alma absurda.




Gloria a Dios en las alturas,


si es capaz de ser, con todo,


pura esencia de su modo,


de ser mudo si van duras,


de callar si van maduras


y hacer mutis por el foro


cuando esperas una ayuda.


Javier Igarreta, 23/07/10

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